La identidad de la mujer musulmana se define a través de múltiples características que la diferencian del resto de las mujeres. En cuanto a su fe, cumple con sus obligaciones con Allâh (al igual que el hombre) realizando sus raciones, pagando su Zakât, ayunando en el mes de ramadán,participando del Hayy, leyendo el Corán y obedeciendo siempre los mandatos de Allâh.En su relación con otras personas ella trata a la gente con respeto, evita mezclarse con los hombres que no son mahram, sabe dar consejos, es obediente con su marido y respetuosa con sus padres, educa bien a sus hijos y es la mejor vecina. Se destaca por su carácter, es veraz, fiel, amable,tolerante, sincera y generosa. No es chismosa ni orgullosa, y jamás calumnia ni engaña a las personas.
En cuanto a su propio ser, la mujer musulmana busca el conocimiento, nunca deja de leer y estudiar. Procura siempre estar en compañía de gente recta y participa de reuniones religiosas. Cuida su cuerpo, su aspecto personal y se embelleces únicamente frente a su esposo prestando especial atención a su vestimenta para salir de su casa. Cuando decimos que la mujer musulmana es recatada en su forma de vestir, nos referimos specíficamente al uso del Hiyâb y a la forma en que cubre su cuerpo en presencia de hombres que no son mahram. Sobre este último aspecto concentraré mi trabajo.
En una sociedad que designa un espacio público para el ejercicio de la prostitución, absuelve a quienes abusan de menores y mujeres y aprueba los contenidos sexuales de lo que ven nuestros hijos en televisión mientras miran sus programas infantiles, es muy poco lo que se puede discutir sobre un código de vestimenta que no exponga los atributos femeninos y sería una utopía pedir que la moda incite a las jóvenes a cubrir sus cuerpos para salir a la calle. Evidentemente no está en nuestras manos decidir sobre estos temas, pero sin lugar a dudas no podemos ponerlos como escudo frente a lo que para nosotras es una obligación.¿Viste como me miran? ¿Cómo voy a ir a mi trabajo con Hiyâb? ¿Qué van a decir? ¿Con este calor? ¿No escuchas lo que te dicen por la calle? ¿Ves como se ríen? Cuando vengo a la mezquita siempre me cubro. Es muy difícil vestir así todo el tiempo en un país occidental. Nadie te entiende.
Todos te juzgan. Te miran con miedo. Creen que estás enferma o loca. No. No es que no quiera. Yo NO PUEDO usar Hiyâb.. Tristemente estas palabras suenan familiares, pero mucho más lamentable aún es saber que existen miles de excusas más para seguir desobedeciendo a Allâh.En este trabajo trataré de probar que estas frases no son meramente prejuiciosas sino que se refieren a los sentimientos y modo de muchas musulmanas occidentales.Para lograrlo, diseñé una encuesta anónima y la distribuí a cuarenta y dos mujeres musulmanas .entre las cuales me incluí a mí misma . sobre el uso del Hiyâb en distintos ámbitos y sus opiniones acerca de cuándo y por qué dejan de usarlo. Mediante el análisis de las respuestas, intentaré demostrar cómo observar el Hiyâb es un aspecto esencial de la identidad de la mujer musulmana. Antes de comenzar este análisis, resumiré algunos conceptos islámicos que servirán de marco teórico de este trabajo.
Allâh ordenó a las creyentes que cubran sus encantos y especificó aquellas personas ante las cuales la mujer puede quitarse el Hiyâb. Allâh dice en el Sagrado Corán:Y diles a las creyentes que recaten sus miradas, se abstengan de cometer obscenidades, no muestren de sus arreglos y adornos más que lo que está a simple vista [como el rostro y las manos], cubran sus pechos con sus velos, sólo muestren sus encantos [más allá del rostro y las manos] a sus maridos, sus padres, los padres de sus maridos, sus hijos, los hijos de sus maridos, sus hermanos, los hijos de sus hermanos, los hijos de sus hermanas,las mujeres, sus esclavas, sus sirvientes que tengan deseos sexuales, los niños que todavía no sienten atracción por el sexo femenino, y [diles también] que no golpeen con los pies al caminar para que no se escuche el sonido de sus ajorcas [y llamen la atención de los hombres]. Y pedid perdón a Allâh por vuestros pecados ¡Oh, creyente!, que así tendréis éxito [en esta vida y en la otra].Sûrah de la Luz 24: 31.
Vestir el Hiyâb no significa solamente llevar un pañuelo en la cabeza, hay ciertas condicionesque también se deben observar:
1- La ropa debe ser holgada, lo suficientemente larga como para cubrir todo el cuerpo y que no sea traslúcida.
2- Si utiliza pulseras u otros adornos, no deben hacer ruido al caminar.
3- El tipo de tela, diseño y colores no deben llamar la atención.
4- En su forma de vestir no debe parecerse a un hombre. El Profeta dijo: Allâh maldice a los hombres que se visten con ropa de mujer y a las mujeres que se visten conropa de hombre..
La mujer musulmana debe cubrir sus atributos femeninos porque Allâh así lo ordena. Parte de la sabiduría detrás de esta orden es proteger el honor de la mujer. Allâh confirma esto en el Corán cuando dice:¡Oh, Profeta! Dile a tus mujeres, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran [todo el cuerpo] con sus mantos; es mejor para que se las reconozca y no sean molestadas. Allâh es Absolvedor, Misericordioso. Sûrah de Los Aliados, 33: 59
Si una mujer se cubre, los hombres inmorales y corruptos sabrán que no son parte de su presa. El Profeta advirtió a las mujeres que muestran sus encantos en un Hadîz transmitido por Muslim y narrado por Abu Hurairah. El Mensajero de Allâh dijo: En el Infierno hay dos tipos de personas: quienes usan sus látigos como colas de vaca para golpear a la gente, y las mujeres que aún vestidas parecen desnudas y caminan de modo seductor moviendo sus cabezas como jorobas de camello de un lado a otro. No entrarán al Paraíso, ni percibirán su fragancia a pesar de que su fragancia se perciba desde muy lejos.. El Sheij Al Nawawi explicó este Hadîz y dijo que .las mujeres que aún vestidas parecen desnudas. se refiere a las mujeres que visten ropa ajustada o transparente de modo que se notan las formas de su cuerpo. También dijo que sus cabezas como jorobas de camello. se refiere a cómo se arreglan el cabello en rodetes altos de forma tal que llaman la atención al caminar porque se balancea de un lado a otro.
La mujer debe comprender que cualquier orden que Allâh le haya dado es para su propio beneficio y sólo provocará felicidad para ella misma, para su familia y para toda la sociedad. Al cubrirse, la mujer obtiene una gran estima, se protege del acoso de los hombres y purifica su entorno. El Hiyâb es una forma de identificar a las mujeres musulmanas para distinguirlas y darles un lugar honorable dentro de la sociedad.
El Islam brega por una sociedad limpia en la que no se provoquen deseos que lleven luego a cometer actos ilícitos como la fornicación o el adulterio. También nos enseña a diferenciar entre la virtud y el vicio y nos insita hacia lo bueno prohibiendo lo malo para constituir una sociedad sobre la base de la verdad, la pureza, la justicia y la igualdad. La naturaleza humana tiene en sí misma cosas buenas y cosas malas, es por eso que en ocasiones actuamos correctamente y otras no. Sin embargo, Allâh ha abierto la puerta del arrepentimiento y del perdón. Cuando volvemos a Allâh, Él perdona nuestros pecados.