“Dijo [Shaitán]: Por haberme descarriado acecharé a los hombres para apartarlos de Tu sendero recto. Procuraré seducirles por delante, por detrás, por la derecha y por la izquierda; y verás que la mayoría de ellos no serán agradecidos”. (7: 16-17)
Shaitán no se presenta ante la persona y le dice: “Deja de comportarte correctamente y comete todos los pecados para que te cuentes entre los miserables de esta vida y en el Más Allá”. Porque si así se comportara, nadie lo seguiría. En cambio, utiliza distintos métodos sutiles para engañar a los creyentes, que si el creyente no los sabe reconocer, puede llegar a desviarse del camino correcto.
Las estrategias pueden dividirse en dos categorías.
Primero, cuando cambia las apariencias de la realidad, haciendo parecer lo bueno malo y lo ilícito lícito y segundo, explotando las debilidades propias del ego del ser humano.
La primera categoría: el cambiar la apariencia de la realidad, puede dividirse en ocho estrategias:
1) Embellecer lo perjudicial
2) Falsas promesas y esperanzas
3) Shaitán aparece como un consejero sincero
4) Shaitán hace olvidar a la persona aquello que le es beneficioso
5) Los embriagantes
6) Las apuestas
7) La idolatría
8) Intentar conocer el futuro
La segunda categoría: explotar las debilidades propias del ego.
Este grupo tiene 7 estrategias:
1) Tomar una posición extrema
2) Impedir al siervo actuar usufructuando la comodidad y la pereza
3) Infundir miedo en los corazones de los creyentes
4) Seducir al ego a través de los deseos y las pasiones
5) Generar dudas en el corazón
6) Las debilidades del ego
7) La indiferencia a practicar aquello es obligatorio
Shaitán incita al hombre a desobedecer a Allah alegando dar consejo sincero. Así fue como juró a Adán diciéndole:
“Y les juró: Yo os aconsejo para vuestro bien”. (7: 21)
Wahb Ibn Munabbih relató una historia muy interesante que evidencia esta estrategia:
“Hubo una vez un monje piadoso del pueblo de Israel. Era la persona más piadosa de su época. Había tres hermanos que tenían una hermana joven. Al ser llamados para acudir a la guerra, no supieron con quien dejar a su hermana. Acordaron entonces dejarla a cargo de esta persona piadosa, porque confiaban en él. Entonces fueron para preguntarle si podían dejarla con él. Ella estaría en el edificio contiguo al suyo y a su cuidado, hasta que ellos volvieran de la guerra. En un principio el piadoso se negó y buscó refugio en Allah de ellos y de su hermana. Pero persistieron hasta que finalmente aceptó. Les dijo: ‘Dejadla en la casa contigua a mi lugar de culto’.
La joven permaneció junto al lugar de culto del piadoso por algún tiempo. Él dejaba la comida para ella ante la puerta, cerraba con llave su puerta y volvía a su lugar de culto. Entonces le avisaba que podía salir de la casa y tomar la comida. Fue entonces cuando Shaitán se le acercó de manera imperceptible, animándolo a que la tratara más amablemente. Le dijo que no era bueno dejar que la mujer saliese de su casa durante el día porque algún hombre podría molestarla. Que sería mejor que él mismo llevase la comida hasta su puerta, porque sería una obra piadosa en su favor. Así fue que comenzó a llevar la comida hasta su puerta, pero sin hablarle.
Entonces Shaitán vino nuevamente y lo animó a hacer buenas obras y conseguir más bendiciones. Le dijo: ‘Si llevaras la comida hasta dentro de su casa conseguirías mayor recompensa’. Continuó animándolo durante algún tiempo hasta que el siervo comenzó a llevar la comida hasta dentro de la casa.
Entonces Shaitán vino nuevamente y lo animó a que hiciese el bien. Le dijo: ‘Si hablaras con ella, aliviarás su miedo, angustia y soledad’. Así fue que comenzó a hablar con ella desde su lugar de culto.
Pero una vez más Shaitán volvió. Le dijo: ‘Si bajas hasta la puerta de tu casa, y ella hasta la puerta de su casa mientras hablan, será más reconfortante para ella’. Continuó animándolo hasta que accedió a bajar y sentarse ante su puerta para hablar con ella. La muchacha salía de su edificio y se sentaba delante de su puerta y hablaban durante algún tiempo.
Entonces Shaitán vino nuevamente y lo animó a que se esforzara todavía más en conseguir recompensas por tratarla bien. Le dijo: ‘Si salieras de tu lugar de culto y te sentaras cerca de su puerta sería más confortable para ella’. Y continuó exhortándolo hasta que lo hizo. Entonces Shaitán vino de nuevo. Esta vez le dijo: ‘Si entras en su casa y hablas con ella, y no haces que se muestre en público será incluso mejor para ti’. Continuó exhortándolo hasta que entró en su casa, pasando el día entero hablando con ella. Pero cuando la noche llegaba, volvía a su lugar de culto.
Entonces Shaitán vino una vez más y comenzó a susurrarle sobre su belleza y tentándolo, hasta que el monje tocó su pierna y la besó. Pero Shaitán continuó susurrándole hasta que finalmente mantuvieron relaciones sexuales y ella quedó embarazada y dio a luz a un niño. Entonces Shaitán le dijo al monje: ‘¿Comprendes lo que los hermanos de la joven harán contigo cuando vean que ha dado a luz un hijo tuyo? No sabes si expondrán a la luz tu acción. Debes matar al niño para ocultar el asunto, ya que ella no contará nada por temor a que sus hermanos sepan lo que han hecho’.
Pero Shaitán volvió y le dijo: ‘¿Acaso piensas que ella ocultará a sus hermanos lo que hiciste con ella, y que mataste a su hijo? Debes matarla y enterrarla con su hijo’. Y continuó incitándolo hasta que la mató y la enterró junto a su hijo. Colocó sobre la tumba una piedra enorme y niveló el suelo. Entonces volvió a su lugar de culto y se dedicó a la oración. Permaneció así un tiempo hasta que los hermanos regresaron de la guerra. Cuando fueron donde el monje y preguntaron por su hermana, éste comenzó a lamentar su pérdida y llorar pidiendo misericordia por ella. Les dijo: ‘Ella era la mejor de las mujeres y aquella es su tumba’. Los hermanos fueron hasta la tumba y lloraron por su hermana pidiendo a Allah que tuviera misericordia de ella. Estuvieron ante la tumba durante unos días y luego volvieron a sus familias. Cuando sobrevino la noche y se durmieron Shaitán se presentó en sus sueños con la apariencia de un viajero. Comenzó con el hermano mayor, preguntándole por su hermana. Éste le dijo lo que el monje les había contado y cómo les había mostrado su tumba. Entonces Shaitán desmintió al monje diciendo: ‘No dijo la verdad, sino que ella quedó embarazada de él y tuvo un hijo. Pero luego mató a ambos y los enterró por temor a vosotros. Los enterró en un agujero que hizo en el lado derecho de la puerta de la casa que ella habitaba’. Y dijo lo mismo en el sueño de los otros dos hermanos.
Cuando los hermanos despertaron, quedaron sorprendidos de lo que habían visto. Cuando se encontraron dijeron: ‘Anoche tuve un sueño terrible’ y se contaron mutuamente lo que habían visto.
El hermano mayor dijo: ‘Ese sueño es una pesadilla, ignórenlo’. Pero el más joven dijo: ‘No lo dejaré pasar, iré a ese lugar a investigar’. Así fue que fueron hasta el lugar descrito ante la puerta y al excavar encontraron a su hermana y su hijo enterrados como les había dicho. Al preguntarle al monje, éste confesó reconociendo lo que Shaitán les había dicho. Así que salió de su lugar de culto para ser juzgado.
Cuando lo ataron al madero para ejecutarlo Shaitán se apareció ante él y le dijo: ‘Ahora sabes que yo fui quien te tentó con la joven para que quedara embarazada y luego la matases junto a su hijo. Si me obedeces hoy y descrees de Allah, quien te creó y formó, yo te rescataré de esta dificultad, si inclinas el cuello ante mí en señal de postración’. El monje descreyó de Allah, inclinando su cuello, y fue en ese momento en que fue ejecutado, muriendo en la incredulidad”.
“Son como Satanás cuando dice al hombre: ¡No creas! Y, cuando ya no cree, dice: Yo me desentiendo de ti”. (59: 16)
De la historia anterior podemos concluir que Shaitán para desviar a las personas no solo les hace creer que es un consejero sincero, pero que los lleva a través de un desvío gradual, paso a paso. Shaitán no se agobia ni se cansa de susurrar a los hombres. Cada vez que la persona comete un pecado, lo insta para que caiga en uno mayor, sin detenerse, hasta lograr la destrucción de la persona. Ésta es la metodología que Allah ha destinado para la creación. Si ellos se desvían del camino de Allah, Él le permite a Shaitán tomar control sobre ellos.
“Pero cuando se desviaron, Allah desvió sus corazones”. (61: 5)
Dijo Allah en el Corán:
“¡Oh creyentes! Los embriagantes, las apuestas, las ofrendas [a los ídolos] y consultar la suerte con flechas son una obra inmunda de Satanás. Absteneos de ello y así tendréis éxito”. (5: 90-91)
Shaitán insta a las personas a caer en estos actos, porque todos representan desvío en si mismos, provocando en quien los comete resultados perniciosos. Por ejemplo, el alcohol produce la pérdida de la conciencia, por lo que la persona comete en estado de ebriedad actos prohibidos y abandona la obediencia a Allah y puede causar perjuicios a otras personas. Ibn Kazir, en su comentario del Corán, citó las palabras de ‘Uzmân Ibn ‘Affân (Allah se complazca con él): “Apartaos del alcohol porque es la madre de todos los males. Hubo en los tiempos que os precedieron un hombre que se apartó de la gente para adorar a Allah. Una mujer lo deseaba, entonces envió a su sirvienta para solicitarle su presencia a fin de ser testigo en un asunto. Cuando éste llegó a la casa, ingresó a un cuarto donde se encontraba la mujer con un niño y una jarra de vino. Ella le dijo: ‘Juro por Allah que no te solicité para que fueras testigo de algo, sino para que mantuvieras relaciones sexuales conmigo, o mataras a este niño o bebieras de este alcohol. Entonces (suponiendo que era lo menos perjudicial) tomó una copa y la bebió, pero luego pidió más de beber. Y no dejó de beber hasta que finalmente fornicó con ella y mató al niño. El alcohol y la fe nunca podrán permanecer juntos en una misma persona, por lo que uno de ellos abandonará a la persona rápidamente”
Shaitán anima a la construcción de estatuas y tumbas para que sean, con el pasar del tiempo, objetos de adoración. El culto a estatuas e ídolos ha estado presente tanto en tiempos pasados como en nuestros días. Los politeístas, adoran a estas representaciones al pedirles por sus necesidades. Les suplican en momentos de dificultad, se dirigen a ellos durante momentos de aflicción ofreciéndoles votos y promesas. Son muchas las personas que se han desviado de esta manera, tal como dijo orando el Profeta Abraham (la paz sea con él) a su Señor:
“...protégeme a mi y mis hijos, de que adoremos ídolos. ¡Señor! En verdad, ellos extraviaron a muchos hombres...” (14: 35-36)
La manifestación de la Fe , es la que hace detestar tales pensamientos y susurros de Shaitán, y considerarlos un asunto grave. El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) al ser preguntado sobre el susurro de Shaitán contestó: “Es por la pureza de Fe”.
El gran sabio Shaqiq, clarificando los tipos de dudas que Shaitán crea en el alma de la persona dijo: “No llega ninguna mañana sin que Shaitán me tienda cuatro emboscadas: Por delante, por detrás, a mi izquierda y a mi derecha. Me dice: ‘¡No temas, porque Allah es Perdonador, Misericordioso!’ Por lo que recité en contestación: “Yo en verdad, soy Remisorio con quien se arrepiente, cree, y obra bien, luego, se encamina bien”. (20: 82). Por detrás me asusta con el pensamiento que mis descendientes puedan quedar en estado de pobreza. Por lo que recito en contestación: “Y no hay criatura en la tierra sin que sea Allah Quien la sustenta...” (11: 6). Por la derecha me tienta con sexo fuera del matrimonio, así que recito: “...y el buen final [en esta vida y la otra] es para los temerosos”. (7: 128) y por la izquierda se me acerca en la forma de deseos. Por lo que recito: “Y entre ellos y lo que deseaban se interpuso una barrera...” (34: 54)”.
Cada ser humano tiene puntos débiles. Shaitán penetra en esas debilidades para usufructuarlas. Estas debilidades incluyen, entre muchas otras: la debilidad, la desesperación, el desaliento, la desesperanza, la irreflexión, el egocentrismo, la vanidad, el orgullo, la ira, las dudas, la confusión, el miedo, la prisa, la codicia, la ignorancia, el materialismo, la opresión, la arrogancia, la pedantería y otras tantas.
Wahb Ibn Munabbih relató que un monje le preguntó a Shaitán: “¿Qué característica del ser humano te es más útil para utilizarla en su contra?” Shaitán le respondió: “Su ira. Si un siervo es irascible, puedo manejarlo de la misma manera que un niño maneja su juguete”.
Si el musulmán se aferra firmemente a las enseñanzas del Islam, Shaitán no encontrará manera de desviarlo. Pero si, por el contrario, el musulmán, es negligente o perezoso en sus actos, Shaitán tiene la oportunidad de descaminarlo con alguna de sus estrategias. Dijo Allah:
“¡Oh, creyentes! Entrad todos en la religión del Islam [sometiéndoos a Allah] y no sigáis los pasos de Satanás; ciertamente él es para vosotros un enemigo declarado”. (2: 208)
Conocer estas estrategias nos sirve para mantenernos atentos a los intentos de Shaitán de desviarnos del camino correcto que Allah nos enseña en el Corán y el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos enseña en la Sunnah.
Quiera Allah concedernos luz para distinguir la verdad y fortaleza para aferrarnos a ella, y quiera Allah concedernos luz para distinguir el error y el desvío y darnos fortaleza para alejarnos de todo ello.
Escrito por:Lic. Muhámmad Isa García
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